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Microplásticos en el Cuerpo Humano: Riesgos y Estrategias Naturales para su Eliminación

Microplásticos en el Cuerpo Humano: Riesgos y Estrategias Naturales para su Eliminación

En los últimos años, la contaminación por microplásticos ha sido un tema de creciente preocupación. Inicialmente, se pensaba que estos contaminantes afectaban principalmente los océanos y la fauna marina, pero estudios recientes han revelado que los microplásticos están presentes en el cuerpo humano, desde la sangre y los pulmones hasta la placenta y la leche materna (Leslie et al., 2022). La pregunta ahora no es solo cómo llegaron allí, sino qué efectos tienen en nuestra salud y cómo podemos eliminarlos de manera efectiva.

¿Qué son los microplásticos y cómo llegan al cuerpo humano?

Los microplásticos son partículas de plástico de menos de 5 mm de diámetro que provienen de diversas fuentes, como envases de alimentos, ropa sintética, productos cosméticos y el agua potable. Según un estudio de Cox et al. (2019), se estima que una persona promedio ingiere entre 39,000 y 52,000 partículas de microplástico al año, sin contar las que se inhalan a través del aire.

Los microplásticos pueden entrar al organismo por:

  • Consumo de agua embotellada y alimentos contaminados (pescados, mariscos, sal de mesa y miel han mostrado altos niveles de microplásticos).
  • Uso de utensilios plásticos para calentar o almacenar alimentos, lo que libera nanopartículas en la comida.
  • Ropa sintética que libera microfibras al lavarse y secarse.
  • Inhalación de partículas suspendidas en el aire, especialmente en entornos urbanos con alta contaminación.

¿Qué riesgos presentan los microplásticos en el cuerpo humano?

1. Acumulación en órganos vitales y sistemas del cuerpo

Estudios han encontrado microplásticos en la sangre humana, el hígado, los pulmones y hasta en la placenta (Ragusa et al., 2021). Su pequeño tamaño les permite atravesar las barreras celulares, lo que podría afectar la función celular y desencadenar procesos inflamatorios crónicos.

2. Disruptores endocrinos y alteración hormonal

Muchos microplásticos contienen bisfenol A (BPA) y ftalatos, sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos, que pueden interferir con la producción y regulación hormonal. Se ha relacionado la exposición crónica a estas sustancias con desbalances hormonales, problemas reproductivos y alteraciones en la tiroides (Galloway et al., 2018).

3. Estrés oxidativo y daño celular

Las partículas de microplástico pueden generar estrés oxidativo al estimular la producción de radicales libres, lo que puede contribuir al envejecimiento celular, inflamación crónica y enfermedades degenerativas (Prata et al., 2020).

4. Impacto en la microbiota intestinal y permeabilidad del intestino

El consumo de microplásticos afecta la microbiota intestinal y puede contribuir al desarrollo de síndrome de intestino permeable, permitiendo que toxinas y partículas entren en el torrente sanguíneo y generen una respuesta inflamatoria sistémica (Campanale et al., 2020).

¿Cómo podemos eliminar los microplásticos del cuerpo? Estrategias desde la ciencia y la naturopatía

Si bien la exposición a los microplásticos parece inevitable en la vida moderna, la buena noticia es que hay estrategias naturales y científicamente respaldadas para ayudar al cuerpo a eliminarlos.

1. Aumentar el consumo de fibra soluble e insoluble

La fibra actúa como una “escoba intestinal”, ayudando a eliminar microplásticos a través de las heces. Se recomienda consumir:

  • Semillas de chía y lino (ricas en mucílagos que protegen la mucosa intestinal).
  • Verduras de hoja verde y crucíferas (espinaca, brócoli, col rizada).
  • Psyllium husk y salvado de avena.

2. Detoxificación hepática con alimentos y hierbas

El hígado es el principal órgano encargado de procesar y eliminar toxinas. Para optimizar su función:

  • Consumir alimentos ricos en glutatión, como espárragos, ajo, cebolla y cúrcuma.
  • Usar hierbas hepatoprotectoras como cardo mariano, diente de león y boldo.
  • Tomar clorofila líquida para promover la eliminación de metales pesados y contaminantes ambientales.

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3. Hidratación con agua filtrada y electrolitos

El agua limpia es clave para la eliminación de toxinas. Se recomienda:

  • Evitar el agua embotellada en plástico y optar por filtros de alta calidad.
  • Beber infusiones con propiedades depurativas, como té de ortiga y jengibre.
  • Añadir limón y sal del Himalaya para mejorar la absorción de agua y favorecer la eliminación de toxinas por los riñones.

4. Consumir algas y agentes quelantes

Las algas marinas tienen la capacidad de unirse a metales pesados y microplásticos, facilitando su eliminación:

  • Chlorella y spirulina ayudan a expulsar toxinas del sistema digestivo.
  • Zeolita y carbón activado pueden absorber partículas tóxicas en el intestino y reducir la carga de contaminantes en el cuerpo.

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5. Terapias de sudoración para eliminar toxinas por la piel

El sudor es un medio eficaz para eliminar contaminantes. Métodos como:

  • Sauna de infrarrojos, que estimula la desintoxicación profunda. Te recomiendo este sauna infrarrojo.
  • Baños de sal de Epsom y bicarbonato, que ayudan a extraer toxinas del cuerpo.
  • Ejercicio cardiovascular regular, que mejora la circulación y la eliminación de microplásticos por el sudor.

6. Restaurar la microbiota intestinal

Un intestino saludable puede reducir la absorción de microplásticos:

  • Consumir alimentos fermentados como kéfir, chucrut y kimchi.
  • Tomar probióticos de cepas específicas como Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium breve.

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Conclusión: La desintoxicación es clave en la era del plástico

Los microplásticos han pasado de ser una amenaza ambiental a convertirse en un problema de salud pública. Aunque su eliminación completa del ambiente es un desafío, podemos reducir nuestra exposición y apoyar los mecanismos naturales de desintoxicación del cuerpo a través de estrategias respaldadas tanto por la ciencia moderna como por la medicina ancestral.

Implementar hábitos como consumir alimentos ricos en fibra, optimizar la función hepática, usar agentes quelantes naturales y fomentar la sudoración son formas efectivas de reducir la acumulación de microplásticos en el organismo. Al hacer pequeños cambios en nuestra vida diaria, no solo protegemos nuestra salud, sino que también contribuimos a la reducción de la contaminación plástica a nivel global.

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Pamela Bernal, NL


Referencias

  • Leslie, H. A., et al. (2022). Discovery and quantification of plastic particle pollution in human blood. Environment International.
  • Cox, K. D., et al. (2019). Human consumption of microplastics. Environmental Science & Technology.
  • Ragusa, A., et al. (2021). Plasticenta: First evidence of microplastics in human placenta. Environment International.
  • Galloway, T., et al. (2018). Plastics, the environment and human health: Current consensus and future trends.Philosophical Transactions of the Royal Society B.
  • Prata, J. C., et al. (2020). Microplastics in human health: Possible mechanisms and impact. Science of The Total Environment.
  • Campanale, C., et al. (2020). Microplastics in food: A review on human health implications and microbial toxicity.International Journal of Environmental Research and Public Health.
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