Hace poco fui a la playa en mi rutina de domingo, y me dio con meditar sobre como un día de playa puede ser un inmune booster. Y es que yo no tengo duda de que la mejor medicina la tenemos en nuestro patio, y en nuestro ambiente tropical.
Pero pensé, que tal vez muchas personas no conozcan con certeza esto, así que busque data de como algunas cosas que hacemos un día de playa apoyan al sistema inmune y a continuación lo que encontré.
Cómo un día consciente en la playa puede ser un perfecto “immune booster”
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30 minutos de exposición al sol de verano son equivalentes a aproximadamente 10,000-20,000 IU de vitamina D
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Comerte 5
ostras frescas equivale a 25mg de zinc de alta absorción.
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El agua de un coco
fresco puede tener entre 30 mg de sodio y 470 mg de potasio por taza.
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Una limonada fresca hecha al momento, con un limón entero podría contener alrededor de 50 mg de vitamina C.
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Los minerales como magnesio, potasio, calcio y sodio, del agua
del océano son fácilmente absorbidos por tu cuerpo mientras flotas en las olas, dejándote relajado y listo para luchar contra los gérmenes del verano o el invierno.
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El Grounding en la arena
ayuda a intercambiar iones negativos ayudando a reducir la inflamación y aumentar la cantidad de neutrófilos y linfocitos circulantes.
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El aire
del océano contiene pequeñas gotas de agua de mar, que contiene sal, yodo y magnesio. Cuando respiramos, inhalamos estas partículas restauradoras, lo que estimula nuestro sistema inmunológico para eliminar la suciedad de nuestros pulmones.
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Aire, Agua,
Tierra, Luz- es todo lo que necesitamos.
Así que como digo yo, todo lo que necesitamos es amor, naturaleza y creer en nosotros mismos. Así que este fin de semana agarra lo que mas amas y vete de playita.