Introducción
La menopausia es un cambio fisiológico inevitable en la vida de la mujer, caracterizado por el cese de la función ovárica y la caída de la producción de estrógenos, progesterona y otros hormonas ováricas. Desde la perspectiva de la fisiología femenina, este tránsito no es solo una “falta de hormonas”, sino una reorganización sistémica: huesos, piel, neurotransmisores, metabolismo, sistema cardiovascular, salud ósea y salud mental se ven implicados.
La terapia de reemplazo hormonal (TRH) es el uso deliberado de hormonas (estreogenos, con o sin progestágenos) para “compensar” la deficiencia tras la menopausia o en la menopausia precoz. Pero este enfoque, si bien útil para muchos, es también complejo, con matices críticos para la medicina funcional, naturopática y ancestral: calidad de hormonas, vía, dosis, momento de inicio, riesgos individuales, alternativas naturales y estilo de vida.
1. Historia y evolución: de “cura de la menopausia” a la cautela
Los primeros pasos
- En los años 60, el libro Feminine Forever (1966) del ginecólogo Robert A. Wilson promovía el estrógeno como forma de “mantener la feminidad”, presentando la menopausia como una enfermedad que debía tratarse. Wikipedia+2PMC+2
- Durante las décadas posteriores, se usaron principalmente estrógenos conjugados (por ejemplo, Conjugated Equine Estrogens — CEE) para mitigar síntomas y prevenir “enfermedades del envejecimiento”. El paradigma era: “menos estrógeno = más riesgo de osteoporosis, enfermedad cardiovascular, demencia”. PMC+1
- Sin embargo, a finales de los años 70 y 80 se empezaron a observar efectos adversos: cáncer de endometrio en mujeres que recibían estrógeno sin progestágeno, trombosis en mujeres con factores de riesgo, etc. (la protección con progestágeno se volvió estándar). PMC+1
El gran cambio: el estudio Women’s Health Initiative (WHI) y caída del uso
- En 2002 se publicaron los resultados del WHI, un ensayo de gran escala que investigó TRH en mujeres postmenopáusicas (media de edad ~63 años) con estrógeno + MPA (medroxiprogesterona acetato). El hallazgo fue que el régimen se asociaba con aumento de cáncer de mama no fatal, tromboembolismo venoso, ictus, y no reducción global de mortalidad cardiovascular. Esto generó una caída abrupta de prescripción de TRH. PMC+2PMC+2
- A raíz del WHI y otros estudios (como la Million Women Study en Reino Unido) el mensaje dominante fue “TRH como prevención generalizada de enfermedades crónicas: no”. Riesgos superaban beneficios en población general de mediana edad mayor tarde en menopausia. BioMed Central+1
Reflexión desde la medicina natural
Desde el punto de vista naturopático, este giro fue una llamada de atención. En la medicina ancestral se plantea que la menopausia no es solo déficit hormonal, sino un cambio integral que debe acompañarse de estilo de vida (nutrición, ejercicio, sueño, apoyo hormonal natural, fito‐hormonas, adaptógenos). La TRH no debe ser “parche hormonal” sin revisar raíz (inflamación, metabolismo, flora intestinal, función tiroidea/ovárica previa, detoxificación).
2. ¿De qué están hechas las terapias hormonales? Clases, vías y consideraciones
Tipos hormonales
- Estrógenos sistémicos: como 17β-estradiol (más parecido al humano), estrógenos conjugados equinos (CEE).
- Progestágenos/progesterona: en mujeres con útero se añade un progestágeno para evitar hiperplasia endometrial. Las opciones: medroxiprogesterona (MPA), otras progestinas sintéticas, o progesterona micronizada “bioidéntica”. Diferencias importantes en perfil de riesgo. PMC
- Vías de administración: oral, transdérmica (parche, gel), vaginal/local (cremas, anillos). Importante: la vía influye en efectos secundarios. Ejemplo: la vía transdérmica evita primer-paso hepático y puede reducir riesgo de trombosis comparado con vía oral. BioMed Central+1
Consideraciones sobre formulaciones
- No todas las hormonas son iguales: dosis, tipo de progestágeno, vía, “bio-idéntica” vs “no bioidéntica”, calidad regulatoria, farmacocinética.
- En medicina funcional/natural: se evalúa si la formulación es “lo más fisiológica posible” (ej. estradiol frente a equinos, progesterona micronizada frente a progestinas sintéticas), así como la integración de soporte metabólico, antioxidantes, hormonas suprarrenales, tiroides, salud intestinal, microbioma, función hepática para metabolismo hormonal.
- Importante: la TRH no es “herbología de reemplazo” sin supervisión; debe entenderse como intervención médica, individualizada, con exploración previa y seguimiento.
3. Usos clínicos: cuándo, por qué y con qué objetivo
Indicaciones bien establecidas
- Tratamiento de síntomas vasomotores de la menopausia (bochornos, sudoraciones nocturnas, alteraciones del sueño) — la TRH es el tratamiento más eficaz para este fin. Mayo Clinic+1
- Síndrome genitourinario de la menopausia (GSM): sequedad vaginal, atrofia, dispareunia, infecciones urinarias, urgencia urinaria. Aquí los estrógenos locales (de baja dosis) son altamente efectivos, con menor absorción sistémica. PMC+1
- Prevención de la pérdida ósea y fracturas en mujeres con déficit estrogénico — la TRH tiene efecto positivo sobre densidad ósea. BioMed Central
- En mujeres con menopausia precoz (antes de 45 años) o tras ooforectomía bilateral, la indicación de TRH hasta la edad promedio de menopausia es ampliamente aceptada para reducir riesgo de osteopenia/osteoporosis, deterioro cardiovascular y quizá cognitivo. International Fellowship of Ministries
Uso “off label” y debates
- Se ha planteado TRH para prevención de enfermedad cardiovascular, demencia, etc., pero la evidencia no fue lo suficientemente sólida hasta hace poco. Las guías han sido cautelosas. BioMed Central+1
- En medicina natural es esencial considerar que la TRH no sustituye una intervención global: nutrición antiinflamatoria, ejercicio, sueño reparador, manejo del estrés, apoyo hepático, microbioma intestinal, control de la inflamación crónica.
4. Riesgos, efectos secundarios y variables que los modulan
Principales riesgos documentados
- Cáncer de mama: El riesgo se incrementa mayormente con combinaciones de estrógeno + progestina (especialmente ciertas progestinas) si se usan por varios años. La magnitud varía según tipo, dosis, duración, vía. BioMed Central+1
- Cáncer de endometrio: En mujeres con útero que reciben estrógeno sin progestágeno, el riesgo de hiperplasia/adenocarcinoma endometrial sube. Por eso la protección endometrial es estándar. Mayo Clinic
- Tromboembolismo venoso (TEV) e ictus: El riesgo se incrementa con ciertos regímenes (especialmente vía oral, dosis elevadas, en mujeres de mayor edad o con comorbilidades) — la vía transdérmica parece tener menor riesgo. BioMed Central+1
- Enfermedad cardiovascular: No hay pruebas consistentes de que inicie TRH tarde en menopausia reduzca los eventos cardiovasculares en todas las mujeres; de hecho, en algunas puede aumentar el riesgo si ya hay enfermedad establecida. BioMed Central
- Otros efectos secundarios: mastalgia, sangrado de escape, cefalea, aumento de peso o retención, síntomas de irritabilidad hormonal, posible exacerbación de ciertas condiciones hormonales latentes (endometriosis, tumores estrogénicos).
Variables que modifican el riesgo-beneficio
- Edad al inicio: iniciar antes de los 60 años o dentro de los primeros 10 años tras la menopausia presenta un perfil de riesgo-beneficio más favorable (“hipótesis de la ventana de oportunidad”). PMC+1
- Tiempo desde la menopausia: Las mujeres que comienzan mucho tiempo después de la menopausia tienen un mayor riesgo. Ej.: los ensayos tardíos mostraron menos beneficio y más riesgo. BioMed Central
- Tipo de hormona y vía de administración: Estrógenos “más fisiológicos”, vías transdérmicas, progestágenos menos agresivos (“progesterona micronizada”). Estos pueden disminuir el riesgo comparado con formulaciones antiguas. PMC
- Estado de salud previo y factores de riesgo: Trombosis previa, enfermedad coronaria establecida, enfermedad hepática, obesidad severa, tabaquismo, hipertensión no controlada, etc, aumentan el riesgo. En medicina funcional se evalúa “terreno”: inflamación, función tiroidea, hígado, salud intestinal, microbiota, detox hormonal.
- Duración y dosis: Se tiende a usar la dosis mínima eficaz y reevaluar periódicamente; no significa necesariamente “corto plazo” si la mujer está bien monitorizada y la indicación lo justifica. JAMA Network
5. Suspensión, “desescalado” y lo natural que complementa
Suspensión y retorno de síntomas
- Muchas mujeres que interrumpen TRH experimentan reaparición de síntomas vasomotores o genitourinarios (hasta 50% o más) dependiendo de la severidad previa.
- El “desescalado” es menos estudiado en ensayos clínicos; la práctica naturopática sugiere planificar una transición que incluya: apoyo nutricional (omega-3, antioxidantes, fitoestrógenos de calidad, lignanos, isoflavonas), salud intestinal, ejercicio de fuerza (apoya salud ósea) y estrategias de estilo de vida para mitigar la caída hormonal.
- Importante: la TRH no es un “blanqueador” para evitar los síntomas sin tratar raíces. Si se retira, debe haber una estrategia de soporte funcional para minimizar impacto.
Integración de medicina natural ancestral y funcional
- Mientras se usa TRH o tras su suspensión, se prioriza:
- Dieta antiinflamatoria rica en fibra, fitoestrógenos naturales (por ejemplo, semillas de lino, sésamo, remolacha, vegetales crucíferos) que pueden modular el metabolismo de estrógenos.
- Apoyo hepático y de detoxificación (glutatión, enzimas fase I/II, microbiota intestinal saludable para recircular estrógenos).
- Ejercicio de resistencia + carga para conservar masa ósea y músculo (fundamental con caída estrogénica).
- Sueño reparador + manejo del estrés (eje hipotálamo–hipófisis–ovario/suprarrenal afectado en menopausia).
- Evaluar endocrinometabolismo: tiroides, cortisol, insulina, IGF-1, estrógenos/estrógenos urinarios/metabolitos, vitamina D, magnesio, omega 3.
- Desde la perspectiva naturopática, la TRH debe ser “una palanca” más, no la única. La clave está en empoderar al sistema del cuerpo para que trabaje de forma eficiente.
6. ¿Por qué ahora vuelven a avalarla (pero con matices)?
Nuevas evidencias y cambio de paradigma
- Estudios recientes revisan los datos del WHI y otros ensayos, destacando que el contexto importa: edad de inicio, tiempo desde la menopausia, tipo de formulación, vía de administración. A este respecto la “ventana de oportunidad” gana fuerza. BioMed Central+1
- La U.S. Food and Drug Administration (FDA) ha anunciado que eliminará el “boxed warning” general para muchas formulaciones hormonales de la menopausia, reconociendo que los riesgos pueden no ser tan grandes en mujeres sanas menores de 60 años o dentro de 10 años de la menopausia. JAMA Network+1
- Las guías recientes de sociedades como The North American Menopause Society (NAMS) y otras reconocen que la TRH es “primera línea” para síntomas vasomotores y genitourinarios, siempre que el perfil de la mujer lo permita. AHA Journals
Importancia para la medicina natural
Desde tu posición, como investigadora en medicina funcional, naturopática y nutrición ortomolecular, esto te brinda una oportunidad: la revalorización de la TRH no significa “volver al sistema sin crítica”, sino que abrir el espacio para una integración conscienciosa: la sustitución hormonal + estilo de vida óptimo + terapias naturales (no sustitutas) = mayor potencial regenerativo.
Especialmente en mujeres que atraviesan la menopausia con síntomas intensos, pérdida ósea, o en quienes la deficiencia hormonal se prolonga (menopausia precoz), la TRH usada inteligentemente puede ser una herramienta valiosa dentro de un protocolo mayor de salud integral.
7. Consideraciones clave para la práctica clínica e integrativa
- Evaluación inicial exhaustiva: antes de iniciar TRH, evaluar perfil cardiovascular, metabolismo, hígado, tiroides, función suprarrenal, historia de cáncer, estado de coagulación, densidad ósea, funciones hormonales residuales.
- Selección de formulación y vía: preferir formulaciones más fisiológicas (estradiol vs equinos), progestágenos con perfil más seguro (progesterona micronizada), vía transdérmica cuando haya riesgo vascular.
- Momento óptimo: iniciar dentro de los primeros 10 años desde la menopausia o antes de los 60 años, salvo contraindicación.
- Dosis mínima eficaz + reevaluación periódica: monitorizar síntomas, marcadores (salud ósea, lípidos, inflamación), ajustar o reducir dosis si es apropiado.
- Duración individualizada: no existe “tiempo estándar”; puede estar indicada más allá de 5 años si beneficios superan riesgos y la mujer es monitorizada.
- Complementar con intervenciones naturistas: como los puntos mencionados (nutrición antiinflamatoria, ejercicio, apoyo hepático, fitoestrógenos, microbioma, sueño).
- Monitoreo continuo: mamografía/estudios de mama, densidad ósea, estado cardiovascular, síntomas de sangrado uterino, función ginecológica.
- Información clara y empoderamiento: como naturopata, educar a la mujer sobre que la TRH no es magia: no sustituye un estilo de vida saludable, pero puede ser un componente poderoso cuando se usa con criterio.
8. Conclusión
La TRH ha recorrido un camino sinuoso: de promesa universal, a caída drástica por temores legítimos, y ahora a una revaloración matizada. Como naturópata-científica, tu rol es integrar esta opción con sabiduría, evaluando individualmente, evitando dogmas (“hormonas son malas” o “hormonas son siempre salvación”), y conectando con los fundamentos de la medicina funcional: restaurar el metabolismo, reducir inflamación, optimizar hormonas endógenas, apoyar sistemas depurativos, reforzar tejido óseo, apoyar eje intestinal–cerebro–ovario.
La TRH puede formar parte de un protocolo regenerativo para la mujer en transición, siempre que se use con criterio, se complemente con estrategias ancestrales y funcionales, y se monitoree cuidadosamente.
Si deseas orientación y guía personalizada sobre este tema coordina una evaluación naturopática inicial para conocer mejor tus necesidades.
Sé Tu Propia Medicina
Pamela Bernal, NL
Tu experta en salud natural femenina.

