Detrás de la creación de Mujer Naturista hay un anhelo de llevar un mensaje de amor propio y confianza para todas las mujeres latinas. Amor a nuestro aspecto físico natural y confianza de nuestra propia esencia natural como mujer. Como mujer latina por mucho tiempo de mi juventud me sentí bombardeada por los estereotipos e imposiciones culturales que no me dejaban expresar mi esencia, ni a nivel físico ni a nivel interior. Por mucho tiempo alisaba mi hermosa melena risada, y fui esclava del secador de cabello, utilizaba uñas postizas y llegué a ponerme extensiones de cabello. El maquillaje no era mucho mi estilo así que no era mi afán. Pero en algún momento fui víctima del movimiento consumista y de comprar ropa, carteras y zapatos en exceso. Porque había que emperifollarse y tener lo último en la moda para sentirse linda. Siguiendo estos estereotipos aprendidos, se me hacía muy difícil aceptar mi aspecto físico en aquel momento. Y me ha tocado tristemente ver a muchas en el otro extremo, creyendo que para sentirse sexy y expresar su sensualidad tienen que tener la actitud más “bicha”, fiestar hasta quedar borracha en las cunetas y tener sexo descontrolado. Pero digamos que aceptar mi físico fue de lo más fácil cuando empezó el despertar de mi Diosa interior. Si, muy fácil comparado con el proceso de desprenderme de la desconfianza e inseguridad generada por tabúes relacionados con la sexualidad y las aspiraciones que implican el ser mujer. Empezando con que a la llegada de mi primera menstruación, lo primero que percibí en mis padres fue preocupación. Como si el haber entrado en esa etapa implicara una responsabilidad mayor y aterradora para ellos. Mi experiencia con la menstruación empezó entonces desde el rechazo a este hermoso proceso, por el hecho también de que en aquel momento me impedía hacer cosas que quería disfrutar. Esto como parte de mi ignorancia de ese importante ciclo femenino. Luego comprendí las implicaciones y cómo este rechazo emocional a mi ciclo femenino estaba muy ligado a los terribles dolores que padecía al menstruar.
Si alguna vez te has sentido fea, haz hecho cosas que no sientes por querer sentirte hermosa o has tenido miedo a ser tu misma, te entiendo perfectamente. Te entiendo también cuando dices que sientes que hay otra mujer dentro de ti que quiere salir y no sabes cómo hacerlo. Así me había sentido muchas veces. Y es que puedes ser la mujer más hermosa del mundo, pero si no te lo crees tú misma de nada sirve. De adolecente padecía de mucha ansiedad que me llevaba a comer con descontrol y poca consciencia, y aunque no padecí de ningún trastorno alimenticio diagnosticado, luego en mi afán por mantener mis curvas latinas esbeltas recorrí un sinfín de dietas extremas y diferentes tipos ejercicios. Gracias a este recorrido es que he llegado hasta lo que hoy en día práctico con el naturismo como estilo de vida. El naturismo ha sido un regreso a la verdadera programación de nuestro cuerpo, programación que nos han llevado a desconocer, porque de otra forma no fuéramos víctimas de un sistema consumista. Si algo bueno me ha dejado mi experiencia, ha sido eso, experiencia que ahora utilizo para empoderar a otras mujeres a conquistar sus cuerpos desde el amor, pero más que nada a conectar con su Diosa interior para recuperar su confianza y seguridad. Pues mira que el precio que he pagado por mi desconfianza muchas veces ha sido caro. Que muchas oportunidades se pierden y cuantas otras cosas que no merecemos se aceptan o se aguantan por no estar segura de nosotras mismas y por el miedo a expresar lo que queremos. Mi ansiedad, siempre a nivel mental, ha sido más bien auto impuesta y generada por el afán de constantemente hacer y tener para poder sentirme plena. Entonces descubrí que la ansiedad es un exceso de futuro, ligada con inseguridad, debido a una falta de conexión con nuestro ser interior, que ya es pleno en sí por su conexión con el Padre Eterno, y que conectados a esta esencia no necesitamos del hacer y del tener descontroladamente, sino que solo necesitamos confiar que todo estará bien, que todo está dado y muy importante, que lo merecemos. Claro que se vale hacer y tener cosas, pero desde el desapego y la confianza se siente mucha más paz. No tienes miedo a perderlas, ni tampoco te afanas. Pero que difícil sentir esta confianza y tranquilidad cuando de frente tenemos una ola de demonios en forma de iphone nuevo, zapatos, ropa, carteras, maquillaje, alcohol, comida y cosas que no necesitamos en exceso. Por otro lado, la desconexión con nuestra divinidad interior y nuestra esencia femenina, muchas veces nos ha vuelto presas de una sociedad que nos ha hecho creer que es muy ‘cool’ y está muy ‘in’, tener miles de roles y responsabilidades como mujer, al punto de que nos hemos olvidado de tener un espacio para meditar en lo que en realidad queremos y que es importante para nosotras. Y que afán con dar y dar y dar y no saber recibir. Puro desequilibrio.
Digo que tengo unos hermosos ángeles que me cuidan porque pude zafarme de esa trampa social muy rápido, dejando atrás de forma inmediata empleos y una carrera profesional que me llevaron a padecer de estrés a muy temprana edad. Hoy en día muchas mujeres en su afán impuesto de hacer y tener, son presas de empleos y de carreras profesionales que no les satisfacen emocionalmente y que son la causa de altos niveles de estrés que luego se traducen en desequilibrios hormonales. Hemos negado y olvidado que estamos hechas para amar, criar, cuidar, cultivar la tierra, cocinar, sanar. Y que solo si así lo aceptas y no por imposición, puedes entonces hacer otras cosas fuera de este esquema, pero es muy importante que reconozcas que puedes pagar un precio físico o emocional yendo en contra de tu naturaleza. Las leyes universales y naturales no pueden ser rotas sin consecuencias. Gracias al naturismo aprendí sobre estas y las vengo aplicando en todas las áreas de mi vida, de forma consciente. Un ejemplo de esto es el uso de pastillas anticonceptivas. Les cuento de mi pésima experiencia con este invento anti natural. El desequilibrio hormonal y emocional de sus efectos estoy segura que me costó una relación muy linda. Hay muchas mujeres utilizando las pastillas anticonceptivas y no se dan cuenta que día a día al tomar decisiones son víctimas de sus hormonas en desequilibrio debido a las pastillas. Es que hemos permitido que la sociedad se empeñe en hacernos completamente anti naturales hasta en este aspecto. No estoy a favor de traer hijos al mundo de forma inconsciente, pero hay opciones naturales de contracepción. Y lo esencial no se nos cuenta, que es el poder detrás de la energía sexual y cómo utilizarla de forma consciente, no solo para placer físico, sino también para la creatividad y condición física. Hay muchas mujeres frustradas con la idea impuesta de ser madres, pocas desconocen que el ser madre no es cosa solo de traer hijos al mundo, sino también de parir ideas y proyectos si así lo eligen de forma consciente. Si muchas conocieran el valor y buen uso de la energía sexual, es muy probable que no fueran víctimas de enfermedades de transmisión sexual o condiciones ginecológicas que tienen raíz emocional de frustraciones con este tema.
Y que les cuento de las relaciones, la mezcla de ansiedad, inseguridad, impaciencia y creencias feministas erróneas me llevaron a atraer relaciones toxicas que me robaron mucha energía. Pues resulta que en nuestra falta de equilibrio con las energías femeninas nos creemos las más fuertes, las mas alfas y guerreras, llegando a herir el ego masculino o atrayendo al hombre incorrecto que termina decepcionándonos porque al final no es lo que en realidad muy adentro queremos. Y hay que estar muy pero muy confiadas y seguras de sí para no aceptar cualquier cosa que llegue y decirle que no a lo que no conviene. Con mucha seguridad pero dejando espacio para ser vulnerables, y dejarnos cuidar. Y es que se nos olvida que sí somos Diosas preparadas para la guerra, pero no peleamos con la fuerza sino con la sabiduría y la estrategia que nuestra intuición femenina nos regala. Que súper poder, desperdiciado por mucho tiempo por desconocimiento. Andar en modo de guerrera es el error que muchas latinas cometemos hoy en día. Y a eso le llamo la desconexión con la Diosa sabia del interior. Y no es por demás, pues es que traemos muy de atrás no solamente una herencia de unos aclamados glúteos sino, también un legado de furia y coraje debido a la historia de nuestra cultura. Desde el disque descubrimiento de América, hemos sido víctima de nuestro robo de identidad, y como latinas descendientes de mujeres de raza tainas, negras o indígena, llevamos una herida de maltrato, violación, machismo, imposición religiosa, silencio y menosprecio. Llevamos ese coraje por dentro. Nos han desprogramado de nuestra naturaleza y nos han robado nuestra conexión con la sabiduría ancestral, pero como tribu de mujeres sabias, la vamos a sanar y recuperaremos nuestra identidad natural de forma sabia y consciente. La conexión con la Madre Tierra es clave, ella es la fuente de la energía femenina. Volver a anclarnos en ella, cuidar de ella, pedirle por nuestro equilibrio femenino y el del planeta. Conectarnos con ella mediante la alimentación natural y orgánica, y la práctica tradicionales con el uso de sus hierbas sanadoras tanto para el cuerpo como para el alma. El camino de la guerrera a la Diosa natural y su esencia, ese es el propósito de Mujer Naturista.
Detrás de Mujer Naturista están las Diosas dormidas de cientos de miles de mujeres latinas que buscan expresarse naturalmente tal cual son. Te invito a despertar tu Diosa. ¿Cuál es el primer paso? Conquistar tu templo. Así le llame a ese primer paso que recorrí. ¿De qué se trata? Escríbeme para darte detalles.
Un abrazo de luz
Pamela Bernal, NL
La Naturista.