La utilización de hierbas medicinales en el tratamiento de la inflamación en lugar de los Medicamentos Antinflamatorios no Esteroides, es una práctica cada vez más común no solo en el naturismo sino en la medicina tradicional porque ofrecen, en algunos casos, ventajas en relación a los antiinflamatorios clásicos, como es la baja incidencia de efectos secundarios.
Entre las que podemos encontrar:
Jengibre:
El jengibre es una planta tropical muy utilizada en la medicina tradicional por sus propiedades antiinflamatorias. El antiinflamatorio del jengibre puede ayudar a tratar algunas afecciones, como la artritis y el dolor.
Puedes comprar raíz de jengibre fresca o seca. El jengibre también se vende en forma de cápsulas, tabletas o tés.
Té verde:
El té verde se elabora a partir de las hojas de la planta Camellia sinensis.
Un estudio publicado en la revista Life Sciences mostró que un componente del té verde podría interrumpir los procesos que causan inflamación en personas con artritis. Múltiples estudios también han demostrado que el té verde puede tratar la inflamación en personas con trastornos metabólicos.
Se puede consumir como bebida fría o caliente. También puedes comprar cápsulas, cremas y tabletas que contengan té verde.
Cúrcuma:
Esta especia contiene curcumina, una sustancia química que puede tener propiedades antiinflamatorias. También se conoce por ser un potente antioxidante y tener propiedades antibacterianas.
Para obtener todos los efectos de la cúrcuma, debe tomar un suplemento con una cantidad significativa de curcumina. La curcumina se absorbe mal en el torrente sanguíneo, pero ayuda a consumir pimienta negra con cúrcuma.
Harpagofito: En la actualidad, donde más se utiliza esta planta es en complementos naturales para tratar los dolores producidos por la artritis o la lumbalgia, entre otras inflamaciones internas del cuerpo.
Aloe vera:
Su alta composición en vitaminas y minerales nutre la dermis, además de ejercer un efecto curativo. El aloe vera se utiliza frecuentemente para aliviar dolores musculares y articulares, generando una sensación relajante y refrescante.
Lavanda:
La lavanda es una opción idónea para calmar quemaduras, eccemas, rojeces y otro tipo de inflamaciones cutáneas. Sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas ayudan a combatir la irritación en la piel y a acelerar la cicatrización de las heridas.
Tila: Gracias a sus propiedades antiinflamatorias ayuda a calmar los trastornos digestivos, así como los dolores de cabeza.
Árnica: Ayuda a reducir y calmar la inflamación interna que se produce cuando alguien se da un golpe. Alivia el dolor que produce una torcedura de tobillo o de muñeca, esguinces, así como las luxaciones e, incluso, la artritis.
No se aconseja su uso por vía oral por su alto contenido en alcaloides, así como tampoco debe aplicarse en heridas que están abiertas.
Algunas Precauciones
Siempre consulte un profesional antes de comenzar a tomar remedios a base de hierbas para tratar afecciones inflamatorias, especialmente porque estos remedios pueden interactuar con ciertos medicamentos.
Utilizarlos sin la debida supervisión, pueden causar posibles efectos secundarios, como:
- Malestar abdominal
- Diarrea
- Problemas gastrointestinales
- Insomnio
A través de una consulta inicial se identifica si es necesario el uso de algunas hierbas para apoyar el proceso antiinflamatorio y el tratamiento ideal con la misma, ya sea en capsulas, teces y aceites esenciales. La dosis, la forma y la frecuencia de utilización de una planta medicinal en una indicación terapéutica, siempre estará determinada por la necesidad de la persona.
Con amor y consciencia,
Pamela Bernal, NL
La Naturista
